El arte y oficio de narrar, en Joaquín Nieto Reguera, lo entendemos como quehacer sugestivo y ejercicio solidario, como afán esmerado y esfuerzo preciso, pero, sobre todo, como anhelo, anhelo noble y sincero. En cuanto que autor, Joaquín logra llenarse de realidad que lo ciñe y de la irrealidad que lo envuelve (¡cuántas y qué hermosas las raíces!), dejándonos el universo que recrea convertido en memoria sutil, pero memoria lúcida, memoria duradera... Tres sustancias conforman la savia nutriente de su entelequia: vida, afectividad y talento. Y eso desde luego no es poco.
José Fco Meneses. 22 de mayo de 1996
El valor de este libro no es sólo sentimental. Posee, además, unos valores literarios indudables, está escrito de una manera muy amena y se lee con facilidad, pues su relato nos prende desde el principio; pero esta apuesta por la sencillez no va en detrimento del rigor literario, y puede decirse que es también un libro para mayores, porque nos traslada a un tiempo que, tal vez porque todos éramos más jóvenes, evocamos con nostalgia positiva. Este libro viene a engrosar el ya importante fondo que en este género existe en Canarias.
Canarias7 - 23 de mayo de 1997